lunes, 19 de mayo de 2008

Don Abelardo San Martín (Risas)


Falta de d, de a, de xyz. Fuera sensación de domingo y polilla que se golpea contra la pared, niño de boca de flores y ojos de tortuga. No me gusta ordenar después de las fiestas con ese silencio que hace aún más evidente que ya no queda nadie. Falta de r, búsqueda desesperada, todavía más que la de cigarros. Será razonable (¿?), será. Inventar un lenguaje propio, con códigos y secretos para después guardarlo en el closet junto con todas las demás cosas que hay que olvidar.

paravivirsoloparavivir.

No necesito papel cuadriculado, ni apretar la pasta de dientes desde abajo, pero si horas determinadas y un maldito hombro, especialmente en días como estos, en donde ni mis instintos de mujer compradora compulsiva se satisfacen comprando porque no me motiva y tampoco me importa nada, ni la claseperrogatonecesitounhombrorightnow, no me importa que solo un tonto se ponga a correr cuando la lluvia le besa los pies, corro paro corro, bufanda a cabeza, ridícula. Aunque el tipo que corre delante mío se callera y partiera la cabeza en 4 no pararía a ver como está porque me importa nada y seguiría caminando con cara de nada como Bernardito Adrian, como Andrew Largeman en el avión con turbulencias. Y qué tiene que me identifique con personajes de libros películas e incluso teleseries, toda buena obra poética busca la identificación del público con sus personajes, Aristóteles lo dice. Que el caballero no haya leído la Poética y vaya diagnosticando enfermedades sin ni siquiera tener el tíulo en la mano es problema de dicho caballero y cómo llueve. Abelardo San Martín estaría dichoso al ver que todo lo que enseñó, lo de los párrafos extremadamente largos, las yes y toda la estructura no sirve de nada en casos como este y probablemente en ninguno porque qué pasa, no quiero seguir una estructura determinada previo a mi escrito. Las letras necesitan espontaneidad, no normas preestablecidas y limitantes, San Martín pasé tu ramo no sé como ni porque, no me interesa ni me interesará jamás, terminé sin sospechar que sería así.

No hay comentarios: