Es como si yo hubiera inventado las hojas secas, amarillas y naranjas, camino tratando de pisar la mayor cantidad de hojas que pueda y las hago pedacitos. Seguramente no le ayudo a la gente que barre las veredas. Soy egoísta pero las hojas son mías y puedo hacer lo que quiera con ellas. Canto un poco "Desde la asfixia y la altura veo el temor de la ciudad dormida, nada se intuye en el aire de la violencia en la que todo gira, Colombia avanza y el mundo no sabe nada y si lo sabe olvida" Se ven tan lindas cuando llueve y se pegan en el suelo, así medio transparentes. Narara nararaaa me gusta el sol, las hojas y mi sombra. Mis hojas, no tengo suficientes, ¡quiero más!
En todo caso no es algo de lo que uno debiera sentir orgullo.
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