miércoles, 27 de junio de 2007

Todo se transforma


Tu beso se hizo calor,

luego el calor, movimiento,

luego gota de sudor

que se hizo vapor, luego viento

que en un rincón de La Rioja

movió el aspa de un molino

mientras se pisaba el vino

que bebió tu boca roja.

Tu boca roja en la mía,

la copa que gira en mi mano,

y mientras el vino caía

supe que de algún lejano

rincón de otra galaxia,

el amor que me darías,

transformado, volvería

un día a darte las gracias.

Cada uno da lo que recibe

y luego recibe lo que da,

nada es más simple,

no hay otra norma:

nada se pierde,

todo se transforma.

El vino que pagué yo,

con aquel euro italiano

que había estado en un vagón

antes de estar en mi mano,

y antes de eso en Torino,

y antes de Torino, en Prato,

donde hicieron mi zapato

sobre el que caería el vino.

Zapato que en unas horas

buscaré bajo tu cama

con las luces de la aurora,

junto a tus sandalias planas

que compraste aquella vez

en Salvador de Bahía,

donde a otro diste el amor

que hoy yo te devolvería.

Cada uno da lo que recibe

y luego recibe lo que da,

nada es más simple,

no hay otra norma:

nada se pierde,

todo se transforma.


"Todo se transforma" Jorge Drexler.

No hay comentarios: