Últimamente hemos construido una vida inmensa, todos nosotros, los que sabemos y creemos que nos queremos, y reímos y bailamos y gritamos. También caminamos y callamos, tiritando de cansancio porque a veces el intento de aprovechar al máximo cada segundo pasa la cuenta, pero es un cansancio satisfactorio, como después de una larga noche de estudio, con dolor de guata y la garganta seca de tanto tabaco, no hay nada como la sensación de darlo todo, hacerlo todo y luego llegar a una cama con sábanas limpias, sabiendo que hay tiempo para dormir, pero que al otro día, cuando salga el sol, vamos a poder escapar de las malditas 4 paredes y tirarnos en el pasto a disfrutar otra vez, y otra y otra. Porque es la media vida, llena de arena, de cerros y de caños. De besos y abrazos, así da gusto.
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