sábado, 6 de octubre de 2007

Milonga del moro judío

Por cada muro un lamento en Jerusalén la dorada. Y mil vidas malgastadas, por cada mandamiento. Yo soy polvo de tu viento, y aunque sangro de tu herida, y cada piedra querida guarda mi amor más profundo, no hay una piedra en el mundo que valga lo que una vida.
Yo soy un moro judío que vive con los cristianos. No sé qué dios es el mío, ni cuáles son mis hermanos.
No hay muerto que no me duela. No hay un bando ganador. No hay nada más que dolor y otra vida que se vuela. La guerra es muy mala escuela, no importa el disfraz que viste. Perdonen que no me aliste bajo ninguna bandera: vale más cualquier quimeraque un trozo de tela triste.
Yo soy un moro judío que vive con los cristianos. No sé qué dios es el mío, ni cuáles son mis hermanos.
Y a nadie le di permiso para matar en mi nombre. Un hombre no es más que un hombre, y si hay dios, así lo quiso. El mismo suelo que piso seguirá, yo me habré ido. Rumbo también del olvido no hay doctrina que no vaya.
Y no hay pueblo que no se haya creído el pueblo elegido.
Yo soy un moro judío que vive con los cristianos. No sé qué dios es el mío, ni cuáles son mis hermanos.
Jorge Drexler

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